Que el Santfeliuenc es un club distinto y singular lo sabemos todos. Pero el domingo volvimos a dar un salto de calidad. A la gran respuesta de la afición desafiando numerosos acontecimientos, se sumó la iniciativa de las madres, novias y hermanas de nuestros jugadores que quisieron compartir los minutos previos a un partido tan importante como el que disputamos frente al Europa. Ese es el camino, el de la unión, la convicción y la fe para superar el último y más difícil obstáculo: el de la permanencia en Peralada.
Si la unión hace la fuerza estos gestos -incluso recogidos por el Mundo Deportivo- nos hacen mejores. Nos falta el último pasito que recorreremos todos juntos.
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